viernes, noviembre 27, 2009

Saludos , pestositos mamíferos simiescos. Hoy no tengo nada en especial de lo que pueda quejarme, así que os contaré mi infancia. Espero que después de esto comprendáis muchas cosas, aunque tampoco pongo muchas esperanzas en vuestros cerebros de primates. Al fin y al cabo, hace unos años os estábais rascando el culo en una rama para oleros después los dedos.



Yo nací por generación espontánea en una húmeda y mohosa cueva en las llanuras del Serengeti, donde pasé mi lactancia siendo amamantado por murciélagos. Ni os imagináis lo difícil que es conseguir sacar leche de la teta de un murciélago muerto, ni lo complicado que es para un bebé cazarlos pues los muy cabritos no querían ni acercárseme. A la edad de tres años, aprendí la habilidad de las babosas fluorescentes para segregar baba viscosa mientras reptaba, lo que fomentó que pudiese abandonar aquel nicho apestoso trepando por las paredes. Era un método ciertamente asqueroso de escapar, pero en la oscuridad de la gruta se veía hasta bonito. Alimentándome de hienas y algún que otro aborigen despistado, conseguí cruzar el desierto e infiltrarme de polizón en un barco ballenero. En el transcurso del viaje aprendí el habla de los delfines para poder insultarles en su propia lengua. Cuando el barco descargó en España, decidí crearme una partida de nacimiento en Madrid, donde una familia de científicos locos decidió adoptarme como mascota. Abundantes y terribles fueron las torturas a las que me sometieron, tan grotescas como sexualmente excitantes. Mientras tanto, en la soledad de la jaula donde cohabitaba con una pareja de cocodrilos en llamas y la calavera parlante de un carnero hermafrodita, escribía historias cortas y guiones para cine, uno de los cuales llego a merecer el primer premio al concurso de relatos cortos de terror de Radio Fuenlabrada. Por aquella época empecé a experimentar con la magia negra y las escrituras arcanas dibujadas con sangre de foca, donde empecé a comprender el misterio de Halowii, la dimensión alternativa plagada de pesadillas, monstruos y monos trepaculos que una vez cada cierto tiempo entraba en contacto con el mundo real, descargando en nuestra Tierra todo tipo de monstruos y atrocidades varias. Fue entonces cuando tomé contacto con Madhatter, entidad terrorífica de aquel mundo, y decidí fusionarme con él y contar a todo el mundo los terrores de aquel mundo. Es así como surgió “Twisty Tales of Halowii”, publicado por la editorial NORMA como manual informativo acerca de los peligros transdimensionales. Desde entonces, me presento de vez en cuando ante vosotras, apestosas criaturas con deditos de mono, aprendiendo vuestras costumbres en pos de la dominación mundial. Ya queda poco. ¡Muerte a los Mortales! 

domingo, noviembre 15, 2009

Saludos de nuevo, apestosos pedazos de purulenta piel. Esta última semana me la he pasado investigando vuestro asqueroso microclima e intentando inmiscuirme en vuestros quehaceres cotidianos, buscando la forma de entender vuestras primitivas costumbres en pos de mi dominación mundial. 

Dado que debía desplazarme de un lado para otro pasando desapercibido, descarté mi vuelo chirriante y me dispuse a utilizar un transporte que me permitiese esconder el nauseabundo hedor a culo de mono muerto que desprendo. Así que utilicé el Metro. ¡Qué maravilla, entre la multitud de aromas sobaquiles, gases varios e higiene desatendida, nadie parecía percatarse de mi presencia!. Lo cogí además en hora punta, para diusfrutar aún más si cabe del candor de las multitudes. Y he de decir que la experiencia fue maravillosa: los simiescos pasajeros intentan entrar a los vagones antes de que los de dentro hayan bajado, recibiendo sendos codazos y pisotones en el intento, al subir las escaleras se plantan en todo el centro obstaculizando el tránsito, cuando podrían disfrutar de la subida apartándose a un lado, en medio de la riada de trescientasmil personas,y de repente, se paran en seco para mirar en sus bolsillos, recibiendo el trompazo del que detrás venía y acumulando golpes y más golpes en efecto dominó. 

Pero lo que más me fascinó de vuestro arcáico método de locomoción fue el efecto que denominaré como "Tonto de las pelotas", también conocido como "El payaso del móvil". He podido catalogar que dichos sujetos suelen ir vestidos de forma que sean fácilmente detectables para el resto de pasajeros, lo cual es todo un alivio porque si lo ves acercarse sabes en un 95% de posibilidades que en los próximos cinco minutos desearás su muerte en una cuneta violado por el Chupacabras. Normalmente llevan gorras en cualquier época del año, ya haga un frío invernal de varios grados bajo cero, llueva torrencialmente o haya amenaza de tornados. Es lo mismo, la gorra, colocada como si se la hubiese cagado en la cabeza un albatros gigante (existen este tipo de aves en vuestro mundo? Debo investigarlo), predecerá a los piercings simulando granos purulentos o pecas sensuales de estrellas de cine de los 40, de colores cuanto más llamativos mejor (vaya a ser que alguien no se de cuenta de su gran sentido de la estética) o incluso dorados, encima del labio. Por si el look Marilyn Monroe pudiese parecerle a alguien grotesco, lo arreglan portando oros y más oros, da igual lo falso que sean, en forma de anillos, cadenas, pendientes, brazaletes... Nunca se lleva demasiado oro. El acto en sí de estos engendros se basa en poner, al máximo volúmen que permitan su teléfono móvil, algo que inevitablemente sonará como el padre de Espinete haciendo gargaras con amoniaco mientras le pellizcan las pelotas (sí, el asqueroso tránsfuga de Espinete provenía de Halowii. Su padre, el gran creador de holocaustos, fue un gran patriota sin embargo). Dado que los altavoces de dichos teléfonos son poco menos que asquerosos, pues están pensados para transmitir una señal mono de voz, es francamente imposible escuchar de forma decente nada que salga de ellos. Pero eso no echa para atrás al tontito en cuestión, en su empeño por hacer partícipe a todo el vagón con su armonioso conujunto de gruñidos guturales. Es una pena que los auriculares que vienen de base con TODOS los teléfonos móviles acaben olvidados a su suerte en cajones y armarios muertos del dolor, de hecho no sé ni para que los fabrican, pues un "tonto de las pelotas" nunca utilizaría algo que significase no molestar a cincuenta personas. Y si puede batir palmas mientras lo escucha, mejor que mejor, porque como habrán deducido esta gente no es que escuche precisamente a Frédéric Chopin ni a Wagner, sino algo que suele sonar más semejante al ruido producido por una lavadora dentro de la cual has metido una docena de gatos y un par de cocodrilos.


Así que mi primera visita fue ciertamente grata, nada que envidiar al purulento mundo de psicópatas al otro lado del espejo que es Halowii, mi patria natal.




Ya que algunos me lo habéis preguntado, Twisty Tales of Halowii ha salido ya a la venta en librerías especializadas, tiendas tipo Fnac, Casa del Libro, etc, perreras ilegales y ceremonias vudú. Os deseo una peste negra. Muerte a los mortales.

lunes, noviembre 09, 2009

Saludos, asquerosos mortales, espero que la vida os esté tratando con desprecio. Se presenta ante vuestros miopes ojillos TORKE, el psicópata creador de Twisty Tales of Halowii editado por Norma Editorial. Puede que algunos me conociéseis en persona en el Saló del Manga de Barcelona, y es posible incluso que entre vosotros haya quien achuche repelentes peluches de Bunny M que yo os regalase. Bien, tienen dadas órdenes de levantarse en mitad de la noche para apuñalaros en el pecho. Lo que no sabéis es QUÉ noche será. Mientras tanto, si queréis hacerme llegar vuestras fotos con ellos, bienvenidas serán. Pero daros prisa, no sea que os cercenen las manos antes de tiempo. No os podéis ni imaginar lo difícil que es acertar las teclas con los muñones.


Tengo previsto escupiros cualquier tipo de estupidez que se me ocurra de forma semanal. Como soy un cuerpo antropomórfico hecho de sombras, heces de cabra y escupitajos de mono, natural de la dimensión alternativa de Halowii, tengo poca idea acerca de vuestro asqueroso mundo y los seres que allí reptan. Por eso publicaré mis críticas hacia todo aquello que me toque las narices y me desagrade hasta el punto de vomitar. También haré oídos a sugerencias y temas, así que ya sabéis, comentad, insultarme, criticarme o sacrificad carneros en mi nombre. Sinceramente, me da bastante igual todo lo que salga de vuestros asquerosos deditos de mono, pero toda la información que deis facilitará mi dominación mundial a manos del poderoso ejército de monos trepaculos que lidero.


Os deseo una peste negra. Muerte a los Mortales.