viernes, febrero 18, 2011

Hell's Kitchen presents: 
Magdalenas from R'lyeh


Escribo para contaros una arcana receta que acabo de preparar. He de decir que no ha sido intencionada, y es que como todo lo bueno en este mundo, no he sido yo quien ha ido a buscarlo, sino que han sido las magdalenas de R'lyeh las que han venido a mí. Pero antes de continuar debo enseñaros la muestra de la espantosa basura que me ha salido:


Su obscena fealdad resulta abominable, lo sé, pero pese a lo que puede parecer, están buenas de cojones. He de decir que antes de hacerlas estuve cogiendo de aquí y de allí unas cuantas recetas para hacer las magdalenas en sí, y también la cobertura, las apunté rápidamente en un post it con una letra tan atroz que tuve que omitir un ingrediente porque no sabía qué narices había escrito, y a mitad de camino se me mojó el papel haciéndolo del todo indescifrable. Pero eso es parte de la magia de los Eternos, si a medio camino de estar preparándolas os desaparece la nota, se os corta la leche, un tentáculo salido del horno os toca sensualmente la entrepierna o tu hermana pequeña aparece haciendo el pino puente con la cabeza completamente del revés, es que vais por el buen camino!

Ingredientes apócrifos
Para las magdalenas: 
* Harina
* Aceite de girasol.
* Azúcar
* 2 Huevos
* Leche
* Azúcar de Vainilla (se compra en el Mercadona, vale un euro, y si no, lo mangas sacándolo disimuladamente de allí introducido en tu recto)
* Levadura
* Sal
* Colorante rojo (a la venta vete a saber dónde, yo lo encontré de chiripa en una tienda americana, pero seguro que lo venden en algún lado)

Para la cobertura esa que parece que ha vomitado encima algo chungo, feo y seguramente cabreado:
* Queso Philadelphia
* Mantequilla
* Azúcar de vainilla (se compra en el Mercadona)
* Jengibre en polvo (se compra en el Mercadona)
* Azúcar glass (idem de idem)
* Colorante Azul (pues eso, que no sé por qué estaba por casa, pero vamos, que lo busques)

Cómo se hace esta mierda?

Vale, he de especificar que la receta venía originalmente con sus medidas en gramos. Te decía "pesa cuidadosamente los componentes en una báscula de cocina, y blablabla". Báscula de cocina? Eso es para veganos y maricas!! Vosotros habéis visto a algún cocinero de renombre pesando los componentes? Os imagináis a Ferrán Adriá haciéndolo? ... Bueno, quizás el Adriá sí, porque es un chorras y un pretencioso, pero imaginaros a OTROS grandes cocineros de la historia, como el cocinero de Rota, por ejemplo. Tu le ves a ese hombre pesando los guisantes? Pues entonces es que NO HACE FALTA, y punto.

Coge un bol, así más o menos grande y precalienta el horno a 200ºC, por decir un número cualquiera. Pilla un vaso de agua. Como no tengo ni idea de cuanto son 230gr, llena el vaso de harina pero no del todo, y lo echas al bol. Luego echa en el mismo vaso aceite de girasol,  guarreándolo sin ningún tipo de vergüenza, y échale... yo le he echado lo que me quedaba. Ha resultado ser un culín y pico, lo que se diría un chupito de aceite. Una sexta parte o algo así, y hale, para el bol. Echa entonces en el mismo vaso azúcar. Sí, en el mismo vaso, cuanto más asco te de lo que estás haciendo, más posibilidades habrá de que acabe pareciéndose a la obscenidad esa de ahí arriba. A lo que iba, echa en el mismo vaso tanto azúcar como harina echaste, menos un poco. Y lo echas al bol también. Echa entonces dos huevos. Rómpelos antes, no seamos gañanes. Y las cáscaras las tiras, o te las comes, o te las pones de sombrero como Calimero, lo que prefieras. Pilla entonces el cartón de leche, y llena el vaso un poco más de la mitad. Dale así un pequeño sorbito, y el resto al bol. Pilla una cuchara sopera y echa encima dos cucharadas de azúcar de vainilla del Mercadona. La verdad es que en la receta original ponía que era esencia de vainilla, pero eso a mí me suena a hippys y pachulis, así que le echo de lo que he encontrado y punto. Échale la levadura. Cuánto? No sé, la mitad, o más, eso depende de lo valiente que seas. Si eres muy machote échale cuatro o cinco bolsas. Yo que no soy tan osado le eché media, más porque no entendía lo que había escrito que por otra cosa. Y por último, una pizca de sal. Es esencial la pizca de sal. Por qué es esencial la pizca de sal? No tengo ni puta idea, pero si en la página donde lo he encontrado decía que era esencial (y es evidente que esa mujer sabía más que yo a juzgar por la buena pinta que tenían sus magdalenas y la repugnante aberración que me ha salido a mi), es que lo es. Si me hubiese dicho la mujer que le echase culo de rata porque es esencial, me habría tirado toda la tarde intentando cazarlas por mi habitación, así que no os quejéis que sólo es sal. Por último, coged el colorante rojo, y le echáis a cascoporro. A mí, personalmente, al ir a echarlo se me saltó el tapón y le eché prácticamente la mitad. Canela fina, se quedó de un rojo casi fluorescente. Estoy seguro de que si hubiese apagado la luz, se hubiesen iluminado como un gusiluz. Así que cuanto más, mejor. Nunca es demasiado rojo, así que si pensáis que aún podría estar más rojo, es que no has echado lo suficiente.

Vale, ya tenéis todo esto haciendo masa en vuestro bol. Coged un batidor de esos de varillas, de los que hay por casa que nunca usas, de los que salen en las pelis americanas... cojones, de ÉSTOS!! 

Y os liáis a batir como si no hubiera un mañana. Os ponéis ahí dale que te pego, qué se yo, cinco minutos. Lo puedo hacer con la batidora? os estaréis preguntando... La respuesta es Y YO QUÉ SÉ, yo lo he hecho con esto porque es lo que tenía a mano, y me ha salido esto otro:




Así que no quiero ni imaginar la blasfemia que os puede salir si no seguís mis pasos. 

Vale, lo habéis batido todo y tal no, ok pues entonces pilláis los moldes para magdalenas que venden en el mismo Mercarroña del que os vengo hablando, o en el todo a cien del barrio. Cuando más cutres mejor, porque si son cutres cutres, como los míos, a la hora de cocer se retuercen haciendo formas espeluznantes, dejando salir líquido por los lados, adquiriendo formas geométricas inconcebibles... etc. Echad con un cazo el líquido-masa amorfo ese en los moldes, poco antes de llegar al borde, pero superando la mitad. Cuanto más tiréis por toda la cocina, mejor. No seas capullo, y ponlos todos en algún tipo de recipiente con el que puedas llevarte todos a la vez dentro del horno, porque si tienes que magdalena por magdalena lo llevas claro. Así además evitas montar un pifostiazo cuando las cosas estas empiecen a eclosionar dentro de tu horno como los huevos de Alien.

Déjalas ahí dentro del horno un rato. Aquí es esencial que crucéis los brazos sobre el pecho, y alzando la vista al cielo claméis:

- Ph´nglui mglw´nafh Magdalenas R´lyeh wgah´nagl fhtagn
  
 Que traducido viene a significar algo como: "En su morada de R'lyeh, las Magdalenas muertas esperan soñando". Una vez invocado al espíritu de los antiguos como Dios manda, échale un vistazo. Al principio verás que empiezan a subir bastante bien. De hecho adquieren una forma hasta bonita. Vale, pues ponte ahora con la cobertura, que es la cosa esa verde de encima.

Lava el bol que has utilizado, o pégale lametazos hasta que quede limpio. Está bastante rico, incluso así sin hacer. Probablemente te de cagalera, pero rico está. Echa dentro el queso philadelphia. No todo, tu miras así el envase, y calculas la mitad. Pues un poco menos que eso. Luego pilla mantequilla. Si es Tulipán de 500gr como la mía, calcular de ahí 65gr va a ser tirando a jodido, así que mete la cuchara hasta el fondo, la sacas y lo que se haya quedado pegado, ESO JUSTO son 65gr. De nada. Echa también al bol una cucharada del azúcar de vainilla. Y en este punto yo caigo y pienso "Coño, pero si el jengibre no es esa cosa rosa que parece una toallita de lavarte las manos que te ponen en los restaurantes japos y huele y sabe como a Nenuco?". Justo!! Esa mierda es el jengibre, y el que habéis comprado en polvo huele y sabe igual de aberrante. Como me daba bastante asco, le eché una cucharadita pequeña al bol, y me tomé yo otra. Craso error, es VOMITIVO, se te queda en la garganta y te hace toser. Esto no forma parte del desarrollo de las magdalenas así que NO LO HAGÁIS, ni se os ocurra tomároslo así a pelo. Una cucharadita pequeña al bol por el qué dirán, y punto. Y ahora coge el batidor de antes, y remueve toda esta porquería. Cuando lo tengas más o menos controlado, le echas un tubo entero de los de 250 gr de azúcar glass, o glacé. Sí, os parecerá un huevo y una locura, pero si habéis llegado a este punto no os vais a achantar ahora, verdad? Que estamos hablando de esto:



Bueno, pues espolvoreáis todo a piñón, y con el batidor de nuevo echáis brazos. Aquí os va a parecer imposible que eso se convierta en la cosa esa verde, pero os lo juro, al final sale. El azúcar parece que no se disuelve pero al cabo del rato se ha hecho todo una pasta. Probadla, sabe MUY rico. Echadle ahora colorante azul, y como la masa es amarilla, se os queda verde. Aquí como tenía poco colorante he echado lo que quedaba, pero seguro que si hubiese tenido más el color habría sido más vomitivo aún, así que no os cortéis. A estas alturas, mirad de nuevo el horno. Si habéis seguido bien los pasos hasta ahora, os habréis dado cuenta de que todas las magdalenas se han convertido en una sola, que adquiere formas aberrantes, porque has sobresalido de los bordes y al tenerlas todas juntas, se han ido fusionando. Como además los moldes de papel son cutres, algunos se habrán deshecho, otros se habrán doblado, formando una delirante y colorida cantidad de churretosos pegotes por doquier. Pincha al monstruo con un algo largo que tengas (no macho, si emulas al de American Pie te la quemas de fijo, usa un cuchillo o algo GAÑÁN!!) y si quedas restos pegados, es que aún no está invocado del todo. Espera un ratillo más. Si lo sacas más o menos limpio, apaga el horno. Muy importante, en este momento, lo que parecía que había crecido debe deshincharse dejando una forma cóncava en cada magdalena, que le da el aspecto justo contrario al que debería tener. Si cuando las miras te recuerdan a esto:



Es que están MAL! Tíralas y empieza de nuevo. Deben recordarte un poco más tirando a esto:



Si es así, COJONUDO!! Sólo te queda echar el pastoncio rancio sobre las magdalenas pestosas, y ya lo tienes!!! 

Consejo práctico: Por la noche, cierra con llave la puerta de tu habitación y no abras a nadie que parezca tener tentáculos.

Y hasta aquí el primer capítulo de La Cocina del Infierno. No te pierdas las próximas aberraciones visuales, a la misma Bathora, en el mismo Batcanal!

Gracias especiales a Bloodydoll que ha sido quien me ha comido el tarro y pasado los links para conseguir llegar a esta criatura de los infiernos.