viernes, septiembre 21, 2012

OTRO DÍA CUALQUIERA


Desperté sin haber dormido y encontré su espíritu en el salón. Volví a acostarme y di una vuelta y luego di una vuelta y luego di una vuelta y ella vino y nos abrazamos. Ella me dijo Jeremy y yo le dije Jeremy y unos conejos y un lagarto dijeron te queremos mucho y entonces ella desapareció. Me acosté otra vez y di una vuelta y luego di una vuelta y luego di una vuelta y alguien me mandó una carta diciendo que me iba a rajar y entonces abrí la puerta a mi hermano. Comimos hamburguesas con Bobby Fuller Four y Little Eva se dejó un arito de cebolla. Entonces me subieron a una furgoneta llena de bigotes y me probé el del Miércoles, el del Jueves, el del Sábado y el del Jueves al revés. Llegué a un sitio donde un menda me dijo Pues haberlos traído! y yo le dije Tu puta madre. Me fui de allí y una amiga me estaba esperando con un abrazo que agradecí. Compramos Rebelión en la Granja y un té con bolas y en una tienda había una piva con un sujetador en la cabeza rayando mazo la quijotera con un Pikachu y vimos una alfombrilla sangrienta y nos fuimos de allí. Tomamos una birra y dos birras y tres birras y hablamos de Philip K Dick y de bukkakes y me dijo lo que ya me habían sugerido Jay Livingston y Ray Evans. Volví a través del espejo y metí la llave en la puerta y el lagarto en la pared me dijo que no y aunque yo sabía que no, deseaba que sí, y dos conejos me dijeron Hola Papá pero la princesa que yo buscaba estaba en otro castillo. Agucé el oído para escucharla y sonreí y oí soles y nubes y estrellas, y yo me puse los zapatos y Morgan Freeman erre que erre con que los agujeros negros son la hostia en pepitoria. Salí a correr de aquí al otro lado y de allá una vez más hasta el parque y por allí volví y una Vaquita del Olmo me pegó en un moflete, la muy puta. Volví a casa y ya nadie me digo Hola Papá y di de comer a los conejos y uno me mordió y me acosté y di una vuelta y luego di una vuelta y luego di una vuelta y ya no dormí nunca más.



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