miércoles, febrero 01, 2012

CABREADO CON EL MUNDO

         Es posible que sea por el estado febril en el que este catarro/gripe/bronquitis/mongolismo crónico me sume, bufanda al cuello, mocos goteando y ojos llorosos, pero hoy me encuentro cabreado con el mundo. No con todo el mundo, claro está, simplemente con la inmensa mayoría. Hoy me encuentro especialmente harto de chorradas, mamoneces e hipocresías, y me quiero descargar. Y la primera cosa contra la que voy a cargar es contra las "denominaciones políticamente correctas".

        Señora, si es negro, es negro. No es negrito, mulatillo, ni muy moreno. No. Es NEGRO. Negro. No me diga usted que es de color. De color es, claro está... de color Negro. No comprendo por qué la gente tiene que utilizar eufemismos que resultan más racistas que la simple denominación de un atributo personal. Evidentemente, si al chico le dices "Eh, tú, negro!" estás siendo racista, porque el chico es, ante todo, una persona, como tú y como yo. Pero si alguien te pregunta "Conoces a Kevin" y tú le respondes "Kevin... el negro?" estás simplemente preguntando acerca de una cualidad de esa persona, ya sea por el color de la piel, por llevar coleta o un tatuaje que dice amor de madre entre teta y teta. Quizás podría estar preguntando si es el chaval alto, con el pelo corto, de ojos marrones, el que lleva unas zapatillas converse y viste pantalones vaqueros, pero joder si es negro, y preguntando si es al chaval negro al que te refieres, vamos  a salir al paso, por qué es racista? Pero si la señora dice "el negrito", coño, ahí sí, eso sí que es políticamente correcto. El moreno. El de color. Si preguntas por el negro lo estás preguntando como algo natural, pero buscando un eufemismo lo haces contra natura, como si fuese malo ser negro y tuvieses que buscar una forma delicada de decirlo. Si yo mismo estuviera en Nueva Guinea y me preguntasen si conozco a una persona, sería un absurdo decir "quién , el negro?" por no ser identificativo de la persona dentro de una población mayoritariamente negra, pero si me preguntasen por un caucásico le diría sin ningún temor "Quién, el blanco?" si de esa manera lo definiera. O no?



        La segunda cosa contra la que quiero arremeter es contra las redes sociales. Twitter, el onanismo del siglo XXI. Antes te bajabas una peli porno y te hacías una paja, ahora se ve que con la caída de Megaupload la gente debe buscar formas nuevas de masturbarse. Y por eso hace entradas de 250 palabras tan profundas como "Si vas a conducir no bebas... pero si vas a beber llámame" o "no hay opiniones estúpidas... sino estúpidos que opinan". Twitter es una competición de pajilleros donde todo el mundo intenta ser la leche de gracioso y esporádico, sobre todo después de estar tres días pensando tu esporádica frase tachándola de tu bloc de notas entre las más de cincuenta que tenías para el día, para que los otros graciosos-singracia te la rían y la retwiteen, con el único motivo de que tú les rías las gracias a ellos cuando suelten sus mariconadas. Aunque peor aún es el subtipo "tú eres el protagonista". Porque las redes sociales permiten al más aburrido y triste de los seres crearse sus propios Gran Hermanos, y de esta manera te enteras minuto a minuto de la intensa y fabulosa vida de un cualquiera, con fabulosas entradas como "Me acabo de despertar. Me he hecho dos tostadas. No queda Nocilla, bajo al Mercadona a comprar. Twitealo!". Qué sería de mi triste vida si no me hubiese hoy enterado de que #Johnny5 se ha preparado dos tostadas!! Pero lo peor son los que viven en el twitter. Sí, porque su vida no existe si no ha sido twiteada. Hablo del típico amigo con el que estás en un grupo de colegas charlando y le ves tikitiki a las teclitas, twiteando "me lo estoy pasando de puta madre aquí con mis colegas, que fiestón!". Señores, señoras, si para ti es más importante que los doscientos pelochotas que te siguen se enteren de lo bien que lo estás pasando, a realmente pasarlo bien, es que tienes un problema. Y grave. Estás más preocupado de lo que los demás opinen sobre lo que estás haciendo, que de estar haciéndolo. Estás más pendiente de que #gilimonguer56 y #reshulona69, a quien ni conoces ni lo harás en la puñetera vida, y a los que en el fondo les sudas la banana, opinen sobre ti, que lo que tus propios amigos que tienes ahí mismo hagan. Por no hablar, claro, de las autofotos tuenti en picado, hechas en el wáter con el flashazo en todo el jeto para enseñar canalillo o pectorales. Antes, subías fotos para enseñar sitios bonitos que habías visitado. Tu presencia en la foto era para acreditar que estabas allí. Si acaso, te chuzabas a base de bien y luego te hacías fotos con los colegas en el momento álgido del pedo. O un día te veías guapo en un traje y coño, pues la subías. Ahora la peña sube entre quince y cincuenta fotos diarias de sí mismos en la misma postura ensayada, sacando morros y canalillo, pareciendo guay que te cagas, con la única esperanza de sacar más "Me gusta" que tu amiga la Yoli, la del tatu de Radikal en el culo.




           Y la tercera cosa que voy a criticar es el feminazismo. No hay nada que haga más daño a la imagen de la mujer que una feminista exacerbada. La mujer es la mujer y el hombre es el hombre, y ambos deberían estar al mismo nivel, eso es de cajón. El problema es cuando intentas sacarle punto a cualquier gilipollez para que algo completamente normal se crea ofensivo. De verdad alguien piensa que se gana algo poniéndole faldita a los muñequitos de las señales de tráfico? O prohibiendo anuncios de la tele sobre hamburguesas en tono jocoso que instan a que las coman sólo los "muy machos"?? Señora feminazi, un muñeco de tráfico es un puñetero icono. No es masculino, ni femenino. No es un icono de un hombrecillo con el nabo fuera, lo que sería identificativo del género masculino. No. Es un torso, una cabeza y cuatro palos. Si alguien es capaz de ver ahí algo ofensivo, es que tiene un serio problema. Pero problema de autoestima. En el momento al que al icono le pones falda es cuando estás discriminando! Porque estás definiendo un sexo. En la televisión se ven tías desnudas y tíos desnudos, porque el sexo vende, pero la gracia está en que si nos fijamos la mayor parte de desnudos femeninos están puestos en anuncios dirigidos al público femenino. Os habíais fijado en ello? Pues revisadlo. Anuncios de perfumes femeninos, de moda, hasta de limpia hogares. Es machista vender una fragancia femenina, destinado a un público femenino, seguramente ideado por féminas, en el que se vea un cuerpo desnudo femenino? Y luego te llegan mails de mierda en plan "el lenguaje es machista, porque todo lo bueno es "cojonudo", si alguien es valiente se le dice que "tiene pelotas", algo excelente es "la polla", mientras que si es malo es "un coñazo", y que la definición de diccionario de puta es "mujer de malvivir" pero puto es "hombre valeroso" o vete a saber qué invención. Pues señoras, a mi un puto y una puta sólo se diferencian por el género, me la sopla la definición de diccionario inventada, porque ni tan siquiera es cierta. Y si yo me lo paso "teta" me lo estoy pasando "de puta madre", es decir, excelentemente bien, pero al que me arruina la fiesta es un "capullo", un "huevazos", un "pelotudo" y un "gilipollas".  Claro que sólo vemos lo que queremos ver.



        Así que si pertenecéis a alguno de estos tres géneros, lejos de sentiros ofendidos, lo que debéis hacer es reflexionar. Reflexionad. Y cuando hayáis llegado a la conclusión de que la fiebre no me da más credibilidad ni razón, iros al baño con la canon a haceros el picado contra el espejo para actualizar el perfil.

1 comentario:

Su Majestad dijo...

Excelente post. El último párrafo es insuperable. Me gusta la forma clara en que expresas las ideas y no dejas brecha a malas interpretaciones :=)

¡¡Queremos y necesitamos leer más de tus redacciones!! :=)